Este libro ha sido mi némesis durante tantos años que es difícil recordar a todos los que me ayudaron en el camino, pero aquí están los más pesados: Mis tres increíbles hijos, Gabriel, Seth y Eli (¡ahora todos hombres adultos!), Que se comportaron de manera tan admirable durante los últimos quince años que pude invertir todo el tiempo que habría pasado preocupándome por las malas decisiones que tomaron, preocupando por las malas decisiones que tomaron mis personajes de ficción. Mi esposo súper capaz, que maneja la mayoría de los aspectos tecnológicos y relacionados con las matemáticas de mi vida. Mi madre, Candy, quien silenciosamente se negó a aceptar que me había rendido con este libro. Mi socia comercial, Meghan Hibbett, que mantiene a Fickle Fish Productions en el buen camino mientras yo abandono el mundo físico durante largos períodos de tiempo. También mi mejor amiga, Meghan Hibbett, quien es mi principal salida cuando necesito gritar y llorar y enfurece